«Explora la sabiduría eterna de la Torá y los misterios de la Kabbalá, iluminando el alma y revelando el propósito divino en cada instante de tu vida.»

Parashá Bereshít – Génesis / (בְּרֵאשִׁית)





Parashá Devarim – Deuteronomio / דְּבָרִים

La cuenta del ómer

Es la escalera sefirótica para alcanzar más luz y este conteo inicia el día posterior a la festividad de Pesaj, donde se nos pide contar días completos que incluyen noche y día; se hace de pie y se recita una bendición (berajá) que nos recuerda el momento que Dios ordenó contar el omer; por lo cual, si se olvida contar en la noche, debe recitar la cuenta al día siguiente y ya no puede decir berajá (bendición) si no empezar donde corresponde a ese día.

La cuenta del omer se realiza toda la noche, después del anochecer de Pesaj hasta la noche anterior a Shavuot; hay aspectos importantes en la cuenta del omer, como las oraciones que realizamos, que llevan tres modos de contar el omer:

  • Se cuenta el día.
  • Se cuenta la semana.
  • Se cuenta la sefirá con la cual trabajamos.

El día uno del conteo del Omer se recita la oración del LESHEM YIJUD; esta oración tiene la capacidad de unificar el mundo de arriba con el mundo de abajo, el aspecto masculino y femenino de la luz. Esta oración se realiza en dirección hacia el este, pensando en la sefirot, y luego contamos el Omer del día, estudiamos acerca del aprendizaje que nos trae la sefirot y cerramos con una oración llamada HARAJAMAN.

La cuenta del Omer son 7 semanas de conteo que representan las 7 sefirot de las emociones, desde Jésed hasta Maljut, y en ese mismo orden empezamos la primera semana con la sefirot interna de Jésed. Las 7 sefirot del conteo corresponden a los 7 días de la semana, entre otras cosas, siendo Jésed el amor paralelo al primer día, donde hay comentarios que en el primer día de la creación no solo se creó la luz y la oscuridad, sino toda la realidad. Así que cuando nos dice «creó los cielos y la tierra», es «creó la realidad espiritual total y la realidad física».

La primera semana de la cuenta del Omer se trabaja la sefirot Jésed hasta hacer todo el recorrido que inicia con Jésed y llega a Maljut, siendo estos días un mapa espiritual donde el libro Sefer Yetzira, el libro de la formación nos dice que el mundo se sostiene sobre 10 sefirot, que son las emociones divinas que también laten dentro de nosotros.

El Arizal nos dice que cada sefirot, a su vez, contiene siete facetas internas donde los días del Omer son luminosidad de 50 cámaras del alma y cada día es una puerta y cada puerta es un espejo y cada espejo una oportunidad de limpiar.

El libro El Tomer Devora nos enseña que el hombre debe imitar a su creador. Es que Dios irradia Jésed incluso a quienes no lo merecen. Así se debe practicar el amor en el amor, refiriéndose al día uno, Jésed de Jésed; y es que el amor da por dar. Así seguimos con Gurevah, y es que cada semana es una sefirot y cada día la fusión de dos cualidades, ya que así se afina el alma como se afina la cuerda de una guitarra, siendo cuerda por cuerda, vibración por vibración, siendo un tiempo de semiduelo, ya que el alma está en trabajo, como cuando un bebé va a nacer, es decir, labor de parto; y es que está creando su nuevo yo.

Recordemos que los 24,000 discípulos de Rabí Akiva murieron en este periodo y no por falta de estudio, sino por falta de corazón, porque no se respetaban uno a otros; así que la sefirot Ha Omer es el tikun de la unidad, del amor y el respeto mutuo, como está escrito: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo», siendo esta la esencia de la Torah, nos dice el Zohar, y vamos rumbo a Shavuot, que es el día que se recibe la Torah, no solo en la tierra, sino en el alma, por lo cual debemos llegar con la vasija pulida, y es que en la porción del Zohar, Yitro nos dice: «La Torah es fuego; solo los que se han vuelto agua pueden recibirla».

Los sabios nos dicen: Shavuot no es un día, es un estado, y el que no trabaja no lo ve y quien trabaja lo ve todo. Así que no contemos los días anhelando que pasen, sino como quien está haciendo un viaje del alma al Creador y diciéndole: «En cada parada del viaje, es decir, cada día, he avanzado más hacia ti y me he limpiado para así, al llegar a Shavuot, no ser iguales, sino recipientes, vasijas sagradas limpias», ya que quien cuenta el Omer es contado entre los justos que renacen cada año.

Durante la cuenta del Omer hay muy poca luz espiritual disponible en el cosmos y de ahí es notorio comparado con Pesaj, que nos ofrece una intensa infusión de energía. La palabra Omer significa «preciso» y poco esto nos indica la escasez de energía espiritual durante esos días, así que debemos ser honestos con nosotros mismos para reconocer nuestra carencia, nuestros desequilibrios internos, y es que solo exponiendo nuestras sombras a la luz es que podemos ser verdaderamente transformados por la luz.

Toda fuerza espiritual debe contener equilibrio entre expansión y contracción, entre dar y contener, así que meditamos sobre la sabiduría de poder poner límites sin cerrar nuestro corazón, siendo el arte de corregir con compasión o ternura para reprimir el juicio interior que nos lleva a criticar para transformarlo en amor, ya que un padre corrige a su hijo para educarlo, no para destruirlo, como nos dice el Midrash: el creador se viste primero con la túnica del Jésed, pero debajo de ella mora la Guevurá, ya que la verdadera compasión necesita fuerza.

El Arizal nos explica en Etz Jaim que, para el tikun (corrección), el alma debe aprender a transformar sus impulsos emocionales, y es que el verdadero crecimiento espiritual sucede cuando el deseo de dar se somete a la luz del discernimiento. Así que cuando veas un defecto o algo que no te agrade, busca que detrás está la chispa divina; si ve juicio por gratitud, así que escucha tu alma y responde con compasión.

El conteo del Omer se encuentra en el Salmo 67 que los kabalista recitan en forma de menorah y es que consta de 7 versos que representan los 7 brazos de la menorah , los 7 días de la semana, los 7 cielos , los 7 días de la creación, los 7 espíritu del creador y se acostumbra a recitarlo diario en las plegarias de la mañana (Shajarit) y en la plegarias de la tarde (Minjá) ; nos dicen los sabios que leerlo todos los días es como encender la menorah y este salmo tiene 7 versos frente a la iluminaria y 49 palabras frente a los 49 adornos que tienen los brazos de la menorah es que cada palabra y letra corresponde a un día del Omer y nos conectamos con la luz que nos ayuda a alcanzar la limpieza espiritual.

QUE LA LUZ NOS ATRAPE Y NOS ENVUELVA.

PESAJ

Los secretos de Pesaj a nivel Kabbalísticos

Las Fiestas de Pésaj y de Matzót se mencionan en los siguientes pesukim:

Devarim 16:1-4, en Vayikrá 22:33. Teníamos que ser liberados de la esclavitud en que estábamos a merced de Paró y de los Mitzrim. Como bien sabemos, El Eterno escogió a Moshé para liberarnos, pero él dudó de su capacidad:

Shemót 3:11. Tampoco debemos dudar de nuestras capacidades, ya que HaKadósh Barúj Hu nos ayuda, así como hizo con Moshé. El pasúk uno de Devarim pérek uno, citado al principio de este escrito, declara: Guardarás (Shamór) el mes de Aviv, y harás (Veasitá) Pésaj al Eterno tu Dios; asimismo, el pasúk tres nos indica: “Para que te acuerdes (Tizkór) del día en que saliste de la tierra de Mitzráyim todos los días de tu vida”. La clave de las fiestas de Pésaj y Matzót se encuentra en tres palabras.

1) Shamór/Guardarás, 2) Zajór/Recordar (Tizkór es el futuro: Recordarás) y 3) Asáh/Hacer (Asitá/Harás). De esta forma quedará impregnada en la memoria colectiva del Pueblo Hebreo que Nuestro Libertador es El Eterno solamente y no el hombre que lo quiera atribuir como un libertador, en donde el padre no quiere enseñar que debemos de tener un corazón digno de Él. Utilizando gematría, la palabra Pésaj se escribe con las letras: Péh=80, Sámej=60 y Jet=8, valor total=148 y en valor reducido 1+4+8=13; es el mismo valor numérico de la palabra BeJág. En la fiesta (Devarim 16:16): Bet=2, Jet=8 y Guimel=3, valor total=13; asimismo, es el mismo valor de Hogah/Removido (Shemuel Bet 20:13): Hei=5, Guimel=3, Hei=5, valor total=13. Esto nos muestra que debemos regocijarnos en la Fiesta de nuestra liberación y remover todo lo que nos estorba, ya que cuando tenemos un estorbo no avanzamos a nuestro objetivo, que es el camino hacia la libertad que el padre le prometió a Abraham.

La palabra Matzót tiene un valor de: Mem=40, Tzadi=90, Vav=6 y Tav=400, valor total=536, en valor reducido: 5+3+6=14, es el mismo valor de Yad/Mano: Yud=10, Dálet=4, valor total=14, por tanto, en Shemót 12:48 se indica: Pero si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer el Pésaj al Eterno, séale circuncidado todo varón, y luego se llegará a hacerla, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella. La palabra: Y luego/Veaz de este pasúk cuarenta y ocho, tiene un valor numérico de 14: Vav=6, Álef=1 y Záyin=7, esto nos indica que nuestro corazón debe ser circuncidado y debe ser generoso: Debemos abrir la mano para dar Tzedaká: Darle pan al hambriento como nos manda El Eterno en Isaías 58:7.

La palabra Mitzráyim proviene de la palabra Metzár/Limitar y su Shóresh es la palabra Tzar/Estrecho, opresión. La palabra Metzár/Limitar se escribe con las letras; Mem=40, Tzadi=90 y Resh=200, valor total=330. En Devarim 9:7 se advierte: Desde el día que salieron de la tierra de Egipto, hasta que entraron en este lugar, han sido rebeldes. La palabra Mamerim/Rebeldes: Mem=40, Mem=40, Resh=200, Yud=10 y Mem=40, valor total=330, tiene el mismo valor numérico que la palabra Metzár/Limitar. Esto nos dice que la rebeldía limita y oprime a la persona espiritualmente en todos los sentidos porque cuando tienes limitade es como si estuviera en serrado en una calce sin salida así está el pueblo que no tenía una liberta de poder tener una comunicación con el padre ya que sus corazón se encontraba bajo un yugo de idolatría y fuerza de trabajo.

La palabra Mitzráyim se escribe con las letras: Mem=40, Tzadi=90, Resh=200, Yud=10 y Mem=40, valor total= 380. Este es el mismo valor de la palabra Yeshá/Salvación (Yov 5:11): Yud=10, Shin=300 y Áyin=70, valor total=380, esto nos muestra que estuvimos oprimidos y El Eterno nos salvó de Egipto, como está escrito en Shemót 14:30: “Así salvó El Eterno aquel día a Israel de mano de los egipcios”.

En Bemidbar, el pueblo se quejó ante Moshé diciendo: 14:3 “¿Y por qué nos trae El Eterno a esta tierra para caer a cuchillo y que nuestras mujeres y nuestros chiquitos sean por presa?» ¿No nos sería mejor volvernos a Mitzráymah? En este pasúk la palabra Mitzráyim se escribe de una forma diferente, al añadírsele una hei: Mitzráyim se escribe con las letras: Mem=40, Tzadi=90, Resh=200, Yud=10, Mem=40 y Hei=5, valor total=385.

Nuestro Pueblo Israel ignoraba que no caminaban solos, sino que la Shejina, El Eterno los Acompañaba siempre, y no debían volver a Mitzráymah, a la opresión, sino seguir caminando en libertad: La palabra Shejina se escribe con las letras: Shin=300, Kaf=20, Yud=10, Nun=50 y Hei=5, valor total=385, este el mismo valor de la palabra Mitzráymah.

HaKadósh Barúj Hu escucha nuestras súplicas como está escrito en Tehilim 34:7. – “Zéh Aní Kara VaA. Shoméah Umikol Tzarotav Hoshió”. / “Este pobre clamó, y le oyó El Eterno, y lo libró/Tzarotav de todas sus angustias”. Y en Shemót 12:34 se nos narra: Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre (Tzerurót) sus hombros.

Esto quiere decir que el Eterno nos libra de la opresión/Mitzráyim, asimismo me libra/Tzar de mis angustias y de sobre/Tzer mis hombros quita toda carga: Yeshayahu 10:27.- Y acontecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu hombro. ¡Pésaj y Matzót son las Fiestas de Nuestra Libertad y origen.

Podemos asumir que durante esa época la ignorancia acerca de la Escritura predominaba tanto que el israelita simplemente no sabía la verdad de sus orígenes, o que había algún esfuerzo concertado para ocultar el verdadero significado de esta festividad particular; relegándola así a la conmemoración de una presunta “libertad de la esclavitud”. Pero nada podría estar más lejos de la verdad. La pregunta que la Khabbalah siempre ha formulado acerca de las narraciones, las historias y los relatos de la Biblia (Torá) es:

¿Cuál es la relevancia de estas historias hoy en día?

El judío, cristiano y musulmán modernos, y si vamos al caso, los practicantes de todas las otras grandes religiones se están haciendo esta misma pregunta: ¿qué significan estas historias para mí hoy en día? ¿Qué relevancia tienen para mi propio bienestar?

Esta pregunta ha sido ignorada mucho tiempo y, como resultado, esto a provocado una dicotomía entre la religión de una persona y los problemas que ocurren en su vida cotidiana. En esta Era de aries, los hombres y las mujeres con libertad de pensamiento ya no se conforman con aceptar el enfoque dogmático de la religión. Un enfoque que, en efecto, dice: “Acepta y no cuestiones de los que ven en sí mismo de los que se está creando en un pensamiento que nunca ha tenido por no conocer la fundamento del padre.

Hace unos 2000 años, el Zóhar reconoció que esta revuelta ocurriría en la Era de Acuario y predijo que la gente no aceptaría las doctrinas de la religión sin comprender a totalidad su significado y la relevancia para su propia vida, ya que nunca piensa cambia de los aspecto negativo que son los que te dan la arrogancia.

El Zóhar instó a la gente del mundo a cuestionar y preguntar por qué, pese a la posibilidad de que quizá no habría ninguna respuesta a sus preguntas.

El Zóhar deja muy claro que no debemos aceptar principios dogmáticos sin una explicación precisa del significado detrás de dichos principios; que uno debe entender la relación entre estos principios y su práctica en la vida diaria; y que debemos llegar a saber exactamente cómo la observancia de estos principios mejorará nuestro bienestar mental y físico. en todos los ámbitos de cambiar la carencia de no ver la existencia de tener una revelación con Dios.

Siempre hemos asumido que cuando se les envió a los egipcios la décima plaga, la “muerte de los primogénitos”, los israelitas estaban gozosos y felices. Estaban siendo testigos de la destrucción de sus supuestos enemigos, el pueblo que los había esclavizado. Pero en que alguno pudiera tener gozo en sus vida no estaban bien porque sentía el dolor de los que vivía sus hermano de vida en que eran esclavo tenía sus corazón consagrado a todos poderoso, No obstante, los egipcios también eran parte de la humanidad. Desde un punto de vista espiritual, ¿podemos considerar este acto de Dios como un principio universal aceptable? Suponer que el asesinato es permisible porque afectó a otros y no a los israelitas sería equivalente a decir que cualquier pueblo puede destruir a otro siempre y cuando sean considerados como el enemigo.

Algo claramente está faltando en esta interpretación del evento de Pésaj. Y aunque no haya conexión entre uno y otro, hay muchos otros momentos en la Torá en los que se les pidió a los israelitas que destruyeran a hombres, mujeres y niños (Números 31:17).

Ante estas evidentes contradicciones, el Zóhar afirma que la festividad de Pésaj debe tener una descripción más sutil y significativa de lo que realmente estaba sucediendo en Egipto. El primer aspecto de esto es que el concepto de libertad de la esclavitud egipcia en verdad se refiere a una esclavitud interna no física.

«El concepto de libertad de la esclavitud egipcia en verdad se refiere a una esclavitud interna no física.»

El Zóhar dice que lo que estaba ocurriendo en Egipto era la perpetuación del Deseo de Recibir para Sí Mismo. Los egipcios tan solo eran una metáfora de las fuerzas que estaban a cargo de este poder. Ellos, en realidad, eran parte de la fuerza satánica que dominaba a todo el mundo con caos. Eso es lo que “libertad de Egipto” significaba, era romper las cadenas que tenían al mundo cautivo del Deseo de Recibir para Sí Mismo y no reconocer que cuando solamente piensa en uno mismo nacen la perdida de la vida.

Satán proviene de la palabra aramea su-tan, y el Zóhar lo describe como una fuerza y no como una persona. En esencia, hay solamente dos fuerzas en este mundo: la fuerza oscura inmaterial, representada simbólicamente por los egipcios, y el Deseo de Recibir para Compartir, representada por los israelitas.

El término “israelitas” incluía a todos los demás pueblos del mundo que, por naturaleza propia, eran seres dadores. Estos otros pueblos también fueron esclavizados por los egipcios que, reitero, se refiere al dominio de Satán sobre todos aquellos que tienen una energía-inteligencia de compartir, y no dar y sembrar en el tiempo señalado que fueron creado para que podamos ser seres humano con uno mismo, y El dominio de Satán perpetuaba la existencia del caos. El caos solo podía existir donde había una abrumadora energía-inteligencia del Deseo de Recibir para Sí Mismo. Mientras el mundo no pudiera eliminar este aspecto negativo de su naturaleza, las limitaciones del tiempo, el espacio y el movimiento, el dolor y el sufrimiento seguirían siendo parte del panorama humano. Esto nos trae ahora al verdadero propósito de Pésaj.

Pésaj, el 15 del mes lunar de Aries, fue determinado en el momento de la Creación. En ese momento, la asombrosa energía de la Fuerza de Luz del Creador, que es una energía dadora, fue liberada en el cosmos. Si la humanidad hiciese contacto con esta energía, la energía dadora sería la fuerza dominante de este mundo y la energía de oscuridad, que representa el caos, el dolor y el sufrimiento, llegaría a su fin. Satán, o la energía de oscuridad, no puede coexistir con la Fuerza de Luz del Creador. Cuando la gente expresa el aspecto del Deseo de Recibir para Sí Mismo de su naturaleza, demuestra deseo; lo cual es contrario al Deseo del Creador.

Entonces, la Fuerza de Luz del Creador da un paso atrás en respeto a los deseos de la gente, puesto que no hay coerción en asuntos de energía espiritual. Después de 2000 años, sin haber señal de alivio para la humanidad, Dios ejerció la oportunidad que había sido determinada durante la Creación. Los israelitas de esa época o no podían o no cambiarían su naturaleza intrínseca del Deseo de Recibir para Sí Mismo.

El objetivo de Pésaj era infundir el universo, en el día 15 del mes lunar de Aries, con una energía infinita de compartir. Moshé les proporcionó a los israelitas las herramientas para acceder a esta asombrosa energía, la cual está disponible solamente en la noche de Pésaj.

Esta energía de la luz fue tan avasalladora que la oscuridad de Satán (caos, dolor y sufrimiento) se retrajo de inmediato. Se había roto el pilar de la fuerza. El mundo entonces pudo disfrutar de verdadera libertad del caos. Las metafóricas cadenas de la esclavitud egipcia habían sido rotas.

El propósito de Pésaj es aprovechar nuevamente la energía de la Fuerza de Luz, la cual está disponible el 15 de Aries, a fin de interrumpir el dominio de la oscuridad sobre nuestra vida. Según la ley kabalistica de “no desaparición”, una vez que un evento ocurre en el plano metafísico, está disponible para nosotros todos y cada uno de los años.

Ahora podemos entender por qué el caos siempre ha estado presente en la vida de todos los pueblos del mundo. Se debe a que el verdadero significado de Pésaj ha sido malinterpretado por completo. La tradición familiar de reunirse en celebración de la libertad de los israelitas de la esclavitud física ha eclipsado la oportunidad más significativa que tenemos disponible en esta festividad. A propósito, en términos kabbalísticos, no existen las llamadas “festividades”. No son momentos para celebrar un evento que sucedió en la historia.

En lugar de ello, la Khabbalah los considera como “días completos”, es decir, un período de tiempo único en el que nos conectamos con la energía de Dios. Deben ser vistos como una oportunidad, no como una carga o un precepto que debemos cumplir, si no de ver la verdad de tener la liberta de ser libre de nuestro propio ego y emociones.

Día que no quiere salir, pero sale de la esclavitud.

Lo que podemos deducir de la interpretación zohárica es que los israelitas no tenían ningún deseo de salir de Egipto. Era cómodo, agradable y estaba lleno de los lujos de la vida. Sin embargo, dado que los israelitas todavía no habían alcanzado un estado de conciencia elevado, estaban —al igual que la mayoría de la gente hoy en día— esclavizados a la idea de que el caos es una característica intrínseca y permanente de la vida.

Es precisamente por esto que Pésaj se considera un milagro. Debido a que no teníamos ninguna preparación ni capacidad para conectar con la asombrosa conciencia de libertad del caos, nuestra vida habría seguido en el plano del dolor y el sufrimiento.

La naturaleza intrínseca de los israelitas en esa época no había tenido ningún cambio significativo. Ellos tuvieron que ser engatusados por Moshé para que salieran de Egipto. El milagro que ocurrió fue la iniciativa que tuvo la Fuerza de Luz para poner fin al caos.

Aun así, nosotros —que todavía no hemos alcanzado esa conciencia elevada de deseo de compartir— podemos acceder a esta poderosa energía con las herramientas que la Khabbalah nos ofrece; acceder a la misma energía que eliminó el caos de los israelitas en Egipto, y viendo que su vida no era diferente de los que no tenían de los demás.

Esta fue una época inusual en la historia. No se ejercieron las leyes del “Pan de la Vergüenza”, las que impedían que Dios interviniera en momentos de necesitad, dolor o sufrimiento. Por primera vez en la historia, la humanidad recibiría la beneficencia de la Luz a pesar de que el hombre todavía no se había ganado la beneficencia de la Luz. Esta oportunidad surgió solo una vez en el transcurso de la historia humana y fue en el momento que los israelitas estaban en Egipto.

Ahora se pueden contestar las muchas preguntas que surgieron al comienzo de este diálogo. El período entre Pésaj y la Revelación en el Monte Sinaí fue expresamente para que los israelitas cambiaran su naturaleza. Cuando ocurrió la revelación, los israelitas estaban preparados para la absoluta eliminación del caos de este universo. Desafortunadamente, cuando esa oportunidad llegó, el Deseo de Recibir para Sí Mismo se había consolidado tanto dentro de los israelitas que los llevó a construir el becerro de oro y, con ello, la caída de un estado de conciencia elevado.

Esta interpretación zohárica del verdadero significado y oportunidad de Pésaj nos motiva a hacer todo esfuerzo posible para conectarnos con el asombroso poder que está disponible esta noche. Con una masa crítica de personas informadas conectándose a la energía dadora de nuestro Creador, el poder de Satán y el caos llegarán a su fin.