El perdón anula los juicios.

Si tuviera algunas molestias, tomaría alguna pastilla para disminuir y quitar el dolor, al igual que tomaría una para inducir tu crecimiento, tanto espiritual como en otras áreas, para tu bienestar en general. ¿O qué harías tú?

No existe tal pastilla; en cambio, para alcanzar la transformación sí existe y está en la acción, que a menudo es difícil, pero podemos llevarla a cabo, aunque a veces el camino fácil para solucionar ciertos problemas no es el camino correcto.

El sentimiento inicial del dolor recibido por una traición, rechazo y demás que alguien nos haya hecho nos lleva a buscar represalia y evitamos perdonar porque decimos «él me falló, así que venga él y me pida perdón». Nos aferramos a esos sentimientos por años, convencidos de que la persona no merece el perdón, y se nos olvida que el perdón tal vez no libera a quien lo recibe, sino a quien lo otorga.

Cuando nos aferramos al dolor y no perdonamos, solo nos lastimamos a nosotros mismos mucho más que a quienes necesitamos perdonar, y es que la falta de perdón tiene una asociación con las enfermedades del corazón y bloquea nuestro chakra corazón, por lo cual muchos pacientes con problemas cardiovasculares son personas amargadas, molestas, deprimidas. En algunas encuestas realizadas es notorio que la falta de perdón afecta la salud y la capacidad de sanar; es por lo cual algunos psicólogos consideran que el primer paso para sanar es el perdón. Es dar un paso hacia atrás y ver a la persona fuera de la acción sucedida, lo que puede llevarte a sentir compasión y perdonar.

Hay buenas personas que toman malas decisiones o malas acciones; así que alguien que te haya lastimado no lo hace ser un villano, ya que todos nos desviamos en algún momento y es por eso que también hemos herido o lastimado a alguien. Todos somos humanos, somos susceptibles a los celos, a la ira y al deseo egoísta, a esas emociones que nublan nuestro buen juicio. Cuando perdonamos, nos protegemos de la negatividad.

Habia un hombre que viaja mucho nos dice el zohar y tomo un descanso se sento sobre un monton de piedras que estaban en una montaña se quedo dormido y una serpiente se le acerco pero un trozo de arbol le cayo y la mato al despertal el hombre vio que estaba muerta la serpiente junto a el pero al levantase el monton de piedra se derumbo y cayo al pie de la montaña asi que el Rabi Abba que vio todo le pregunto cual es Tu gran merito para recibir esto dos milagros que te salvaran la vida y este le respondio cada dia que alguien me causa angustioa o daño siempre me reconcilio con el y lo perdono antes de que termine el dia y si no puedo hacerlo siempre lo perdono a el y a todos que me han hecho sufrir antes de acostarme.

Nunca más me preocupo por el daño que me causaron e intentaría beneficiarlo en el futuro, por lo cual no debería pensar que le guardo rencor. El rabí Abba lloró y dijo: «Las obras de este hombre son superiores incluso a las de Yosef, porque se espera que sea misericordioso con sus hermanos ya que eran familia, pero este hombre es superior ya que tuvo tanta misericordia con aquellos que no eran familia».

Así que, antes de ir a dormir, perdona todo por tu propio bien, y es que al perdonar en realidad nos protegemos de nuestra propia negatividad que produce nuestras acciones negativas, y es que al perdonar, atraemos a nuestra vida esa misma energía de perdón, nos dice Michael Berg, así que, aunque hayamos cometido una acción negativa, esa energía negativa no regresa a nosotros ya que estamos dispuestos a perdonar, pero eso no significa que podamos actuar de manera impulsiva; siempre debemos esforzarnos a actuar con compasión, así que si entiendes, el perdón te inclinará hacia la bondad de manera natural, así que practica el perdón cada día.

Imagina a esa persona con la cual estás enojado, que te hirió, y ve a esa persona en tu mente con claridad y llénate de compasión por ella, por sus fallas, y perdónala. Así, con esta práctica, tu conciencia va a ir tomando el perdón de manera natural y la compasión será un estado predeterminado en tu mente y, al perdonar, cultivas frutos positivos; tendrás salud, vivirás para crecer y amar a los demás porque el perdón es poderoso, siendo nuestro sufrimiento transformado, los juicios son anulados y la liberación llega a la persona, dejando ir, soltando para que así entre la paz interior, ya que el perdón es un viaje que abre espacio al crecimiento espiritual y personal.

MARIANELA MARTE
MARIANELA MARTE
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